miércoles, 24 de enero de 2007

ACUSE DE RECIBO

Julio Ernesto Tánori (Hermosillo, Sonora, 1948). Es licenciado en Derecho. Cursó estudios de Letras Hispánicas en la Universidad de Sonora. En 1981 se editó su plaqueta de poesía “La otredad del amor”. Los siguientes poemas son de su poemario “La bestia amarga” (Poesía 1981-1995).
Dice que: “En la historia de todos los hombres existe un momento definitivo en que, porque sí, se enfrenta a sí mismo y se le revela todo su pasado para cambiarlo…ésta revelación te pone al borde de atrapar al poema, tal vez con una mirada, la palabra o cualquier otro medio para decirlo, pero siempre nos quedamos cortos al expresarlo, y por lo regular decimos otra cosa”.

A HURTADILLAS…

A hurtadillas como una voz ahogada
por los costados del asfalto
los muertos despiertan
para las lágrimas de los parabrisas
y el suave gemido de las cuatro llantas.
Con toda ternura
-ardiendo como un cigarro desgarbado y violento
se pudre la lámina
se rescatan puertas laceradas
en el oxidamiento del metal que la lluvia astilló.

Largo largo es el camino
e incendiado por la horca del silencio
la obscuridad sepulta al aire indefenso
sin que nadie
así sea tullido o tembeleque de ojos
pueda acortar el temor de despertar
en la barriada sin nombre
del fuego apagado
como un espanto rodando la calle
donde nadie pisará

¿Cómo decir que en la siguiente esquina bajo?


SEGUNDO PARTO

Dominado
el corazón del mundo se agita
como el oleaje robusto del viento
en los peñascos arteriales del cuerpo
donde el sueño es la raíz profunda
de la noche
-su savia escala hacia
la almohada dormida
deshebrando la ceguedad
la niebla
el oscuro vacío del tiempo
y desparramarse en las ramas de parra
de la uva original
en donde nace el sol
la soledad
la herida
y el esqueleto de Dios.

Puedo decir
desde este momento que nazco
en el humo de una flor de sangre.
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Josefa Isabel Rojas Molina. Vive en las letras, en la poesía y en el servicio de consulta de libros en una biblioteca allá en Cananea, Sonora. Hay publicado de ella un libro que se llama “Detenerte tanto” y ha participado en algunos encuentros de poesía.
Y nos dice que “Se escribe para decir. Decirnos. Ser en el espejo de la palabra que nos refleja. Porque así podemos ser un poco menos nosotros para lograr, al fin, ser otro”.


Me lo dice el sueño
Que no llega

Como si uno anhelara saber
qué gusanos
pudren el alma
de las cosas.

Como si uno pudiera
tocar para mi
tu epidermis.

Como si la lluvia no deshilachara
las ventanas
abiertas.

Como si las ganas de dormir
bastaran.

Como si no estuviera
muerta.

IDA Y VUELTA

Me fui de todos
desde ese lunes
lloviznado y sucio
de palomas

Al llegar a la segunda esquina
de la calle oscura
como sombra de la tarde
me escurrí a la ausencia
no sin antes poner en la basura
los papeles rotos
y el olvido
que ya me lastraban
las cosquillas en el vientre

Me fui de todos esa tarde
y regresé
y he vuelto

y todos están
y nada se mueve
las puertas se cierran
con el rechinido de antes
las sillas
los silencios
los maullidos en los techos
son los mismos

Volví para todos
este día son nombre ni memoria
y en la vuelta
quedaron rezagados
apenas los colores
y unos cuantitos recuerdos

Eso es todo


*
A propósito de otoños y de mañas
este otoño
como siempre
te carezco.

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Iván Camarena. Cursa la carrera de letras y es uno de los responsables de la revista Portal. En 2003 su poemario Cuerpos de quedarse obtuvo el primer lugar en el certamen de poesía Alonso Vidal, convocado por el Ayuntamiento de Hermosillo, Sonora. Cuando anda de buenas te invita de su caguama en la cantina Pluma Blanca.
Dice de su (la) Poesía: “Para mi que los poemas se dan mejor en climas nublados y sucios y calles viejas, en el clima nauseabundo de una botella, en el clima perfecto de una espalda húmeda, esos climas de menor jerarquía popular, comparado con los insalvables pronósticos del tiempo...”

Cuerpos de quedarse
(fragmento)

…a ellos que comparten una caguama
y se besan desde lejos en cada trago
y se tocan en cada botella
la mano que dejaron antes
porque ellos dos viven para dos
para ellos mismos que se suicidan
que se agrandan
no en los hombros de la soledad
ni en el balcón de los enemigos
sí en sus camas aparte
en sus letras dispuestas a toda guerra
a toda paz a toda madre

palpas las arañas del cuarto
conmigo acumulando en la espalda
las soledades del motel
las ambulancias del parque
lo quebrado del cielo
las heridas en la lluvia

y sí todos herimos la lluvia
porque tienen un fondo anónimo
para los embriagados en especial
que tampoco se encuentran
porque maúllan como gato

a ellos dos que se quieren unidos
que nos soportan los rumbos desocupados
con chalecos antibalas en los miembros
que aman a muerte y vuelan a mediodía

mi boca te habita el cuello
finge renuncias
sin holocaustos ni vuelos ni nada
en un cuervo al que le arde la oscuridad
igual que le incendia la mañana
no tiene silencios para darte
es el eco donde siempre
hay un eclipse fugándose
y que ahora
por la piel atardecida que resuena
está en tu sol yugular

me paso a tu hueso dormido
detengo los signos en hundimiento
de tacto haré un hogar en tu clavícula
conocerte me ha hecho de tus raíces
me provoca un estado de entierro
donde buscan las humedades
donde te apuro la piel
para que venga
abriéndose desde el armario
a quemarme los fantasmas
moviéndome dolor y sequía sin encuentro
contigo en adelante
contigo en el lomo de un siempre
apuro pelo domando los días…

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